jueves, 27 de noviembre de 2008

Simetria

Un barco pesquero navegaba por el mar mediterráneo, cuando a lo lejos vio que había un puerto, se hacía de noche y el barquito estaba cansado, quería atracar. Entró en el puerto y vio que era un puerto de barcos muy grandes, gigantescos, eran barcos de carga, todos pintados de colores brillantes y con luces iluminando sus mercancías. Tenían carteles en los que ponía “Frágil”,“Destino; Puerto de Shangai”, “Mercancía Peligrosa”. Pensó que debía irse de ese puerto, no era sitio para un barquito tan pequeño, pero la curiosidad de escuchar las historias que estaban contando los mercantes, con sus importantes cargas y los lejanos y exóticos viajes que habían realizado, le impidió salir del puerto.

1 comentario:

Susana Corniero dijo...

Me quedo mirando fijamente esta foto y me da mucha paz. Tiene magia...