sábado, 5 de junio de 2010

Señora




Tú tan señora, tan altiva y distante.
Lo miras todo y no actuas, lo sabes todo, lo ves todo.
Dejas que la muerte se cebe en tu casa,
permites que riamos mientras mueren,
no quieres que se sepa nada, no quieres que traspase nada.
Sufres en silencio
todo lo puedes. Pero eres impotente.
Solo te pido una cosa;
No me des la espalda.

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